HUESCA | Ziganda salió a la rueda de prensa tras golear al Levante feliz, pero con contención. Ganar 3-0 a un equipo que llevaba sin perder desde hace 20 jornadas no era un objetivo fácil, ni mucho menos. Reconoció el técnico navarro que que su equipo “supo sufrir” y envolver a un Levante que comenzó con un fuerte ritmo, pero que no pudo mantener. Es cierto que el resultado fue absoluto, pero ante cualquier euforia, la lectura de Ziganda es que en un partido así había que tener un punto de suerte y de sostener al equipo como hizo Andrés.
Los tres puntos conseguidos por el Huesca se firmaron desde el balón parado. No es precisamente la mejor jugada del Huesca en lo que lleva de competición y no escondió una cierta risa cuando se le preguntó al ‘Cuco’ Ziganda en rueda de prensa. Dijo que, aunque no se crea, “hay mucho trabajo a balón parado”, aunque claro el acierto o no depende de situaciones de juego.
Por lógica, Ziganda puso el acento en la satisfacción por la victoria ante el Levante y porque la afición iba a dejar El Alcoraz con la alegría de haber tumbado a uno de los equipos más potentes de la Segunda División. Si el Huesca cosió dos de los tres goles a balón parado, también destacó que en esta ocasión con el 1-0 en el marcador decidió no encastillarse, no dar un paso atrás como ha hecho en otros encuentros. Ziganda negó que esa decisión sea producto de una orden y lo escusó en que suele ser una decisión mental. Aún así, reconoció, “en los cinco últimos minutos hemos estado más hundidos” de lo que le hubiera gustado.
La victoria contra el Levante no cambia la mentalidad del técnico. El foco lo pone en la siguiente cita del calendario. Sabe, y lo reconoce sin ambages, que el Huesca de El Alcoraz es distinto al que juega fuera de su casa y por eso defiende que hay que seguir “dándole” una vuelta al trabajo para casar ambos huescas. Y eso sí, pese a que “yo veo un equipo estemos bien o mal” deslizó que “nos queda mucho trecho para ser el equipo que a un entrenador le gustaría”.