El Real Zaragoza lleva años contando con el mejor portero de la Segunda División. El rendimiento de Cristian Álvarez desde que llegó a La Romareda no ha hecho más que mejorar. A sus 34 años, el portero argentino sigue haciendo paradas inverosímiles, salvando jornada tras jornada al Real Zaragoza de un desenlace fatal. Ante el Sabadell, Cristian Álvarez fue elegido casi por unanimidad como el mejor jugador del Real Zaragoza por los lectores de SPORTARAGON.
Cristian Álvarez salvó el punto
Ian Mackay, portero del Sabadell, no tuvo que intervenir en ninguna ocasión. La imposibilidad de los jugadores del Real Zaragoza de acercarse al área visitante permitió al guardameta visitante vivir una noche plácida, sin más sobresaltos que el disparo de Larrazábal al travesaño a los cinco minutos de juego. Con un campo embarrado en ciertas zonas, Mackay acabó con su equipación impoluta. Ni una estirada. Ni una parada. Ninguna acción en la que aplicarse ante los delanteros zaragocistas.
Una sensación que ansía vivir Cristian Álvarez algún día bajo la portería del Real Zaragoza. En la primera mitad, realizó tres intervenciones magistrales. La primera, tras la falta de Stoichkov por debajo de la barrera. Las siguientes, en la última jugada de la primera mitad. Primero Guruzeta, y después Undabarrena, probaron a Cristian Álvarez desde el área pequeña. El argentino se hizo grande y repelió sendos disparos cuando se mascaba la tragedia, una vez más, justo antes de la marcha a vestuarios. En la segunda mitad, tuvo que sacar el centrado disparo de Juan Hernández en un nuevo desbarajuste de la defensa zaragocista. El Sabadell, pese a dominar y someter al Real Zaragoza, se encontró con Cristian Álvarez una y otra vez.
Una extraña normalidad
La afición del Real Zaragoza se ha acostumbrado a idolatrar a un Cristian Álvarez cuyo repertorio de paradas no se había visto desde hacía lustros en La Romareda. Sin embargo, la excesiva participación del argentino no hace más que evidenciar la fragilidad de una defensa que hace aguas. El Real Zaragoza se ha acostumbrado a depender de Cristian Álvarez. Una situación que le ha hecho despreocuparse de su principal problema. El conjunto aragonés no cuenta con los defensas adecuados para aspirar al ascenso. Al menos, así se ha demostrado desde que Cristian Álvarez se pusiera bajo los palos del Municipal.
La llegada de Jair rompió con la línea de centrales blandos y poco expeditivos. Pero su debut volvió a dejar dudas, además de una lesión que le tendrá apartado de los terrenos de juego durante dos meses. Con Clemente cedido y brillando en el Logroñés, la pareja formada por Guitián y Atienza volverá a ser la encargada de tratar de sostener un equipo al que solamente Cristian es capaz de mantener vivo. Los infantiles errores que privaron al Real Zaragoza del ascenso directo la temporada pasada se siguen cometiendo.
Cristian llegará hasta donde pueda llegar. Hasta ahora, el Real Zaragoza cuenta con más puntos de los que ha merecido gracias a las buenas actuaciones de su guardameta. Mientras tanto, el aficionado zaragocista sigue acostumbrándose a una realidad demasiado anormal, la de depender día tras día de la inspiración de Cristian Álvarez.