“Estamos todos”. El entrecomillado es de Óscar Lata, técnico del Levitec Huesca. Este martes ha podido hacer el primer entrenamiento con todos sus jugadores después de que la Covid-19 se ensañara con su plantilla. Y ni que decir tiene que cuando te juegas la permanencia y cada encuentro se tinta de final, la borrasca es intensa si en el plano físico te puedes quebrar. No obstante, el técnico gallego no quiere caer en el desánimo. Con lo que tenga y el respaldo de la grada buscará este miércoles el triunfo ante Burgos y, después, sin apenas tiempo de recuperación, el viernes 9, contra Cáceres.
Los entrenamientos del Peñas desde que se detectaran los positivos tras el partido contra Melilla han sido un sudoku. Por un lado, los que no estaban afectados por el confinamiento, por otro los que se incorporaron más tarde y un último grupo con los últimos a los que les han dado el visto bueno. “Lo que tenemos que hacer es que la gente que no está al 100% e incluso no llega al 60 haga todo lo que pueda por dar minutos descanso. Está claro que no llegamos en un punto óptimo desde lo físico, pero sí desde lo mental”, señala.
Dos baloncestos distintos
Y si Levitec Huesca buscará jugar con el ritmo del encuentro y su condición física se va a encontrar a un rival, como es Burgos, que siempre busca acelerar, propone altos ritmos de juego, con rápidas situaciones de tiro. Serán dos quintetos sobre la pista del Palacio con propuestas de baloncesto distinto. “Tenemos un plan de partido y un plan B. Va a ser un partido de saber leerlo sobre la marcha”, desliza Lata.
La Covid-19 ha comprimido el calendario. El cuerpo técnico del Levitec Huesca ha tenido que idear cómo poner a sus jugadores en el mejor estado de forma posible pese al virus. La opinión de Lata es que el trabajo ha sido bueno, tanto en el plano físico como en el de idear el táctico para buscar la victoria contra los dos rivales de esta semana.
Si es cierto que todo equipo se crece con el público a favor y el tópico es que se convierte en un jugador más, el Peñas desea que no sea un tópico, que, pese a que la grada se reduce a 300 aficionados, el equipo sienta su calor desde el primer segundo del partido. “Se que vamos a pasar mañana momentos malos, y vamos a necesitarlos para que nos levanten. Necesitamos el soporte del público, que esté detrás de nosotros”, reflexionó el preparador.
El parón obligado por la Covid ha llevado al cuerpo técnico del Peñas a abrir más su foco, a estudiar más a los rivales que le quedan para pugnar por la permanencia en la LEB Oro. Cáceres, Burgos y Ourense era el orden del calendario trastocado por la pandemia. “Hemos visto más rivales y todo es muy complicado en esta fase”, subrayó Óscar Lata.
Burgos llegará al Palacio con el marchamo de una plantilla amplia, con 13 jugadores con minutos que le permiten ese alto ritmo de juego. Con talento en ataque, su debe radica en la capacidad defensiva. Contra Lleida consiguió ese rigor defensivo tan deseado lo que no es una buena noticia para el Levitec.