Podía ser su temporada. La de la consagración. La del salto de calidad. Pero… ¿Qué ha pasado con él? Hablamos de Miguel Puche, el último canterano zaragocista en tener contrato con el primer equipo, tras su aparición la campaña pasada y las buenas sensaciones en pretemporada. Tiene un talento indudable, sin embargo, lleva meses estancado, y todavía no ha expuesto su mejor imagen.
396 minutos suma Puche en las 20 jornadas disputadas de la Liga SmartBank. Pocos minutos, teniendo en cuenta que empezó de la mejor manera posible: fue titular en el debut liguero con Carcedo. Pero, además de ese partido frente a Las Palmas, solo ha jugado de inicio en dos encuentros más, ante el Villarreal B y Granada. De los 19 partidos en los que ha estado convocado, ha participado en todos excepto cuatro, dos de ellos con Escribá, aunque en muchos lo ha hecho en el tramo final. Al turiasonense parece que la situación le está viniendo grande y no está teniendo tanta relevancia como se esperaba al arrancar la campaña.
Si bien es cierto que el rendimiento del equipo no ayuda, él tampoco ha aportado nada diferencial. Está siendo un jugador intrascendente. No ha logrado ningún gol ni ninguna asistencia. Sus estadísticas de cara a portería son 10 tiros y 3 a puerta, escasos para el rol que ocupa. Ha perdido confianza en sí mismo y le está pasando factura. Impreciso, sin acierto y tomando malas decisiones en los últimos metros. Le falta la verticalidad, la capacidad de sorprender y el regate que le caracteriza.
Todos los factores influyen, y la realidad es que el extremo tiene muchos jugadores por delante: Simeone, Bermejo, Vada, Mollejo, o incluso Larra.
Puche hasta 2025
Había muchas esperanzas puestas en Puche, que había hecho méritos para ganarse su puesto en el primer equipo. En septiembre renovó contrato hasta 2025 e incluso se le otorgó el dorsal ‘7’, un número reservado para los grandes jugadores. La ilusión era tanta que se suponía que, con algo más de tiempo, lideraría el equipo junto al resto de canteranos. No obstante, por ahora está inmerso en una mala racha de la que no consigue salir y, en consecuencia, demostrar que el club no se equivocó con él.
Con solo un partido para cerrar la primera vuelta, queda mucho por delante. Si la buena dinámica continúa y el Real Zaragoza empieza a competir mejor, Puche también puede reengancharse y reivindicar que se merece estar ahí. Es importante recuperar la mejor versión de toda la plantilla. El bien de Puche es el bien del zaragocismo. Por trabajo, esfuerzo y fe no será. Es joven y todavía está en período de maduración y de explotar su potencial. Quizás sellar un buen partido sea el empujón que necesita.
A pesar de todo, es uno de los nuestros. Paciencia.